El enoturismo uruguayo tiene un destino de referencia a nivel internacional. Tierra de vinos y quesos, el departamento de Colonia cuenta con trece bodegas abiertas a los visitantes en un radio de doscientos kilómetros desde la Toscana de Sudamérica en Carmelo a las orillas del arroyo Cufré en el eje de las rutas nacionales 1 y 21 que forman una zona gourmet digna de los paladares más exigentes.
Integrante del calendario de eventos de Colonia Encuentro Mágico sobresalen la Vendimia uruguaya, el Festival del Vino y el Tannat, la Noche de San Juan más el Día del Enoturismo que incluyen catas y degustaciones a cargo de expertos enólogos; someliers y bodegueros.
El vino coloniense progresó exponencialmente en estas últimas décadas porque, de ser considerado un vino de mesa cotidiana, se transformó en una garantía de los más altos estándares mundiales como lo certifican los premios y galardones que recibe una temporada tras otra.
Con Colonia como pionera, la reconversión del vino uruguayo comenzó a finales de la década del setenta sin detenerse gracias a la inversión constante en materia de renovación, apuesta tecnológica e innovación.
Sin alejarse del concepto terroir que otorga importancia a la tierra y el clima sin dejar de lado el conocimiento y factor humano, el sabor de los vinos colonienses refleja las zonas de pertenencia con las manos que los elaboraron.
Carmelo ofrece siete bodegas turísticas como Narbona, Buena Vista, El Legado, Campotinto, Irurtia, Zubizarreta y Almacén La Capilla – Cordano que reciben visitantes durante todo el año. En la zona, además, se pueden recorrer varias al adentrarse en la Ruta del Vino o pasear por el Arroyo de las Vacas con visita y degustación a una tradicional bodega.
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