Explorando el Rincón Natural del Valle del Lunarejo en Rivera, Uruguay

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El Paisaje Protegido Valle del Lunarejo, situado en el extremo noroeste del departamento de Rivera, es un tesoro natural que pocos han descubierto para vivirlo y recorrerlo. A pesar de estar a unos 120 kilómetros de Artigas y a 500 kilómetros de Montevideo, este rincón uruguayo es un destino que merece la atención de los amantes de la naturaleza y los viajeros aventureros.

Autor; Jacobo Malowany

La Ruta 30 es una experiencia que nos sumerge en un paisaje cautivador. A medida que se sube por la parte norte del sistema de la Cuchilla de Haedo, es difícil no quedar maravillado por el espectáculo que se despliega ante nuestros ojos. En plena subida o bajada, dependiendo de tu punto de partida, por la ruta 30 se encuentra, con curvas sinuosas que revelan un contraste sorprendente entre el Valle del Lunarejo y la cima de la capa basáltica.

El Valle del Lunarejo es un ejemplo de la majestuosidad de la erosión natural. Su formación se debe a la acción de la roca basáltica, que con el tiempo ha dado lugar a pendientes pronunciadas, quebradas, paredones imponentes, saltos de agua y cuevas cubiertas de exuberante vegetación. Además de su belleza escénica, este lugar alberga un ecosistema único de fauna y flora.

Organizado por Camtur con periodistas, directivos y agentes de viajes se ha tenido la  oportunidad de conectarse con la naturaleza de manera íntima, experimentando la vida rural y entablando conversaciones con los habitantes locales. La conversación que mantuve con un talabatero con ese portuñol y con los chicos de la Escuela Rural 29 donde estudias unos 18 niños para cursar sus estudios primarios con una maestra que viene todos los días desde Rivera.

El Valle del Lunarejo es una de las zonas más destacadas de las Quebradas del Norte y la Cuesta Basáltica, conocida por su belleza escénica y elementos únicos en Uruguay. Cerros con cimas aplanadas delimitan estrechos valles esculpidos por cursos de agua conocidos como “quebradas”. Estas quebradas son profundas incisiones en la roca basáltica, con pendientes empinadas y una vegetación subtropical exuberante. Se puede hacer con guias especializados y desde el establecimiento el Gavilan,  caminatas de diferentes recorridos, observación de aves y refrescantes baños en aguas cristalinas son solo algunas de las actividades que ofrece este paraíso natural.

La diversidad de ambientes naturales en el área es asombrosa, con pastizales, bosques de diferentes tipos (serranos, ribereños, de quebrada), matorrales, arroyos y cañadas que brindan refugio y alimento a una amplia variedad de fauna autóctona. Entre las aves, se han registrado al menos 150 especies, algunas de las cuales son exclusivas de esta región y presentan abundancias locales excepcionales. El tachurí coludo, la bandurria amarilla, la viudita colorada y el maracaná son solo algunos ejemplos. Imperdible el observatorio de aves en su hábitat al lado de la Escuela.

Además de aves, el Valle del Lunarejo alberga anfibios como la ranita uruguaya y el sapito de Devincenzi, así como reptiles como la víbora de cascabel. Nos obligo a ponerme protección ante las víboras. También es el hogar de varios mamíferos notables, como el oso hormiguero chico, el tatú de rabo molle, el gato margay, el coatí, el coendú y el guazubirá.

En mi experiencia, tuve la oportunidad de alojarme en la Posada del Lunarejo y en Villa Pancha, donde experimenté el encanto de la región. A pesar de un clima nublado y ocasional lluvia, la noche vivida en el Valle del Lunarejo se convirtio en momentos mágicos alrededor de un fogón improvisado. Las estrellas en el cielo despejado y las conversaciones amenas crearon un ambiente de espiritualidad y conexión con la naturaleza.

Las carpas de la Villa Pancha, forradas en madera y equipadas con luz y Wi-Fi, brindaron un cómodo refugio contra las inclemencias del tiempo. Las deliciosas pizzas caseras en la Posada nos deleitaron, y las charlas sobre lo que nos esperaba en este paraje desconocido para muchos aumentaron la adrenalina de la curiosidad.

A la mañana siguiente, nos aventuramos a explorar la naturaleza. Caminamos por senderos, escuchamos el canto de las aves y observamos la vida silvestre en su hábitat natural. El Valle del Lunarejo es un recordatorio de la belleza y la diversidad que la naturaleza puede ofrecer, y un lugar que invita a la introspección y a la apreciación de la maravilla de nuestro planeta.

Es un destino que despierta los sentidos y nutre el alma de quienes lo visitan. Este rincón natural es un testimonio del poder de la naturaleza y un recordatorio de la importancia de preservar y proteger nuestros tesoros naturales para las generaciones futuras. Si buscas una escapada en la que puedas conectarte con la naturaleza de manera profunda y auténtica, el Valle del Lunarejo en Rivera, Uruguay, es un lugar que no debes pasar por alto.

Sitios de interés:

https://www.lunarejo.uy/

https://www.ambiente.gub.uy/oan/snap/valle-del-lunarejo/

https://www.youtube.com/watch?v=zI0KVdygxMk&t=1s

Centro de Información Turística 4625 3287

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