La chacra abre su cultura a todos.

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Autor:  Jacobo Malowany

El sábado 4 y domingo 5 de diciembre, desde temprano en la mañana y con múltiples actividades se realizó la cuarta edición de la Fiesta de la Chacra, donde los denominados popularmente como chacreros rurales nos abren la puerta a sus vidas. Los niños con su sonrisa y amabilidad, los hombres en sus fuegos para atender el mate de ronda de amigos, luego de largas jornadas al sol, al frio y o la lluvia. Las grandes mujeres que son madre, abuelas y trabajadora que con sus pañuelos blancos para cubrir sus cabelleras del sol esconden sus arrugas por ese sacrificio diario de servicio a todos para que se cumplan las largas jornadas de trabajo y producción.

Es como estar en una chacra, vivir al aire libre perfectamente organizado por el Gobierno de Canelones en todos sus detalles, buscando rememorar las raíces de la cultura rural, la perseverancia del sacrificio y de vivir de los frutos de las cosechas con toda la incertidumbre que implica la vida de campo. Se mostraron en un marco de colores y vestimentas tradicionales con una recreación histórica de viviendas, oficios rurales, almacenes, bailes, vestimentas típicas y feria de productos chacareros. Un dispositivo de seguridad, servicios higiénicos y estacionamiento para miles de automóviles es lo que hay que destacar.

La cultura chacarera del departamento de Canelones es la que se expone, es semejanza del resto del país

Los chacareros son personas sacrificadas que emprenden sus proyectos de vida en base a lo que obtienen de sus pequeños campos y lo que puedan transformar. Vivir su vida por unos segundos es el objetivo de la fiesta. Una mirada que muestra la precariedad del pasado de sus viviendas y que poco a poco han transformado en habitad con toda la comodidad del avance que ha tenido el medio rural.

El rancho, casa precaria de construcción, donde de sol a sol trabajan fueran y solo es momento para pernoctar. La vida es de sacrificio, de familia numerosa en muchos casos y de historias que se tejen en la sombra de un fogón con su olla de comida potente para alimentar a muchos.

¿Qué se vive en la fiesta?, la alegría de la hospitalidad, una muestra de su cultura de servicio y de amor a los que la reciben y ver su gastronomía fuertemente vinculada a la carne, la harina, el fuego y las grasas que se queman para su cocción. Fuegos directos entre el maíz y los embutidos. Olor a campo en donde se camine y una muestra artesanal de los productos que se ofrecen al mercado.

Me ha gustado disfrutar de la recreación y construcción de chacras con ranchos de barro y paja, la degustación de comidas tradicionales, vestimentas típicas, espacios de encuentro, reconstrucción del clima y la cultura de la época, una variada grilla de espectáculos artísticos de gusto popular y de homenaje al chacarero y la chacarera.

Agende para el 2022 en la primera semana de diciembre en el predio del Centro de Educación Rural, ubicado en las cercanías de San Jacinto, en la Ruta 7 km 56.700. El predio de una escuela rural que es la primera enseñanza de estos niños y que acompañan las labores de campo ya desde su primera infancia. Participar es destacar el valor histórico y patrimonial de nuestro campo, hacer foco en el desarrollo rural y la producción al servicio del país.

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