“No vas a perder tu trabajo por culpa de las TICs, lo perderás con aquellas personas que si puedan y sepan interactuar con esas Tecnologías.”
Autor: Mag. Nicolás Raffo Menoni
Nicoraffo74@gmail.com
Actualmente asistimos a una discusión entre fatalistas y optimistas frente a lo que puede suceder en el ámbito laboral del futuro debido a la incidencia de los avances de las denominadas TICs (tecnologías de la Información y Comunicación).
Tenemos personas que dicen que la tecnología generará y sustituirá despidos en masa, opinión que no es nueva a lo largo de la evolución de la humanidad y que surgía ante cada era nueva que planteara cambios frente al statu quo laboral.
Por otro lado tenemos miradas más optimistas que nos dicen que esos adelantos tecnológicos generarán hacia adelante nuevos empleos y que el mercado laboral se irá adaptando en forma resiliente, al igual que lo ha venido haciendo a lo largo de la historia de la humanidad.
En lo personal creo que ambas posturas tienen algo de razón, y con esta opinión no quiero oficiar de abogado del diablo, pero realmente lo veo y creo como posible.
Ante una postura u otra, lo que no se puede negar es que los adelantos tecnológicos seguirán en aumento y que todos los puestos laborales actuales, en mayor o menor medida se verán impactados por las posibilidades que ofrezcan esos adelantos.
Sin dudas habrá puestos laborales que desaparecerán, como lo ha sucedido siempre, pero también habrá otros nuevos que aparecerán y que se necesitarán para poder hacer usufructo de los avances.
El World Economic Forum (Setiembre 2024) nos dice que el 23% de los trabajos actuales van a ser impactados y cambiados por los avances tecnológicos para el año 2027, con 69 millones de nuevos puestos laborales que aparecerán y con 83 millones de puestos que desaparecerán. Todos estos cambios en el marco de una transición que se irá dando en forma paulatina.
Un ejemplo concreto de los cambios:
Con 15 años, realizaba una tarea que se llamaba informes comerciales, que consistía en visitar empresas que vendían a crédito (como podía serlo una mueblería) y consultar sobre los antecedentes de personas que las ponían como referencia de conducta de pago para solicitar un crédito en otras empresas diferentes (por ejemplo dedicadas a la venta de electrodomésticos).
Quien escribe debía ir a esas empresas de referencia, con un papel en mano con los datos de la persona y ahí me informaban si la persona había pago bien sus obligaciones y con ese detalles se le otorgaba o no el crédito en la empresa que realizaba la consulta.
Claramente no era la única persona que hacía esa tarea, había otros como yo que trabajaban para otras empresas.
Con la llegada de la computadora, es impensable realizar una tarea que con una consulta en línea y en el momento evacua las dudas que se tengan y se toma la decisión al instante, sin perder tiempo y optimizando recursos. Incluso hay empresas que se encargan de centralizar toda la información para que se pueda consultar y obtener la información de manera aún más rápida.
Como resultado, se perdieron los puestos de “informante comercial” pero se generaron otros que debían recopilar la información, cargarla en la central de datos, disponibilizarla para su consulta.
Quienes hacían las consultas debieron capacitarse en el uso de las tecnologías necesarias para poder tener la competencia para interactuar con ellas y así un montón de cambios más que fueron necesarios para esta nueva forma de trabajo.
Lo que se viene:
Todo nuevo avance nos ofrece oportunidades y también amenazas que se deben sortear. La actitud y la forma de plantarse ante ese hecho es lo que determina la forma en que la puede contar una persona u otra.
Quien se prepara, se capacita y actúa en forma proactiva encontrará la forma de salir airoso de la situación, e incluso podrá encontrar otras nuevas oportunidades no previstas en un comienzo.
Quienes vivan la misma situación sin prepararse y actúen en forma reactiva podrán tener la chance, en el mejor de los casos de adaptarse y sumarse a la ola de avances o en el peor de los casos simplemente ser sobrepasados por la ola y salir del juego.
A veces puede sonar y resultar muy duro, pero el “mundo no para y no espera”. Cuando una persona sale del ruedo, lamentablemente no pasa nada.
Si se truncan sueños y es un golpe para quien se ve afectado y para sus entornos directos, pero hay que seguir. Hay que parase de nuevo y salir a caminar para subirse a un nuevo tren y aprender de las experiencias previas para que no nos vuelvan a golpear.
De los errores se aprende dice el refrán y eso es una gran verdad.
También lo es que para ser reactivos o proactivos no todos partimos con las mismas chances y oportunidades desde el vamos. Ese debe ser un punto claro de partida si queremos eliminar las “brechas digitales” que se ven al día de hoy entre quienes tienen y no, entre quienes pueden acceder y quienes no a los avances.
Esta realidad impacta tanto a nivel de personas, como de organizaciones, países y regiones.
Si mencioné previamente que todo este proceso de cambio se dará en forma de transición, es que todavía estamos a tiempo de prepararnos para esa eventualidad.
Por eso es que afirmo en el título de mi reflexión, que podrás perder tu trabajo, sí, pero con alguien que sepa y pueda interactuar con las nuevas tecnologías y con los avances que se vienen.
Una idea final:
No creo que por más avance tecnológico que se concrete, se pueda llegar a que sea una sola persona la que pueda realizar todo.
Esta idea la justifico en que si bien se podrá sintetizar todo más rápido, también serán tan enormes los volúmenes de datos a manejar y tan específicos y complejos los conocimientos y habilidades que se requieran, que se requerirán de varias sinergias entre personas y con especializaciones bien puntuales para poder sacar mejor provecho y utilidad de los avances disponibles.
Sin dudas y como siempre menciono, con el diario del lunes podremos tener el verdadero resultado de la foto, que sin dudas será digital.
Nota
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