Agradecemos al Mag. Nicolás Raffo por este artículo y aprovechamos para anunciar que muy pronto impartirá un curso sobre Turismo Deportivo: Desafíos y Oportunidades en el Instituto de Bienestar Integral Be Free. Este curso expandirá los conceptos discutidos en el artículo, el cual les invitamos a leer.
Autor: Mag. Nicolás Raffo Menoni
El turismo y el deporte son dos actividades que separadas generan un fuerte atractivo y son generadoras de verdaderas oportunidades de desarrollo para quienes pueden planificarlas y gestionarlas adecuadamente.
En conjunto y si las combinamos, dan lugar al denominado Turismo Deportivo, que es una actividad que también ofrece múltiples oportunidades para quienes las visionan, planifican y gestionan adecuadamente.
En forma muy resumida, el Turismo consiste en visitar lugares diferentes al de la residencia habitual y tenemos los datos de ONU Turismo que nos dicen que viajan al año en el entorno de 1.500 millones de personas por todo el mundo.
Las motivaciones para realizar esos viajes resultan múltiples y hay personas que viajan por trabajo, otras por salud, por ocio, por estudio y un sin número de variantes más.
Al Deporte lo podemos definir como aquellas actividades físicas, que se realizan en forma recreativa o competitiva, que implican una serie de habilidades y destrezas y que se realizan bajo ciertas reglas y normativas comunes que facilitan su desarrollo.
Podríamos agregarle que pueden realizarse en forma individual o por equipos, que tiene un fuerte componente social y cultural para quienes lo realizan y que inciden positivamente en el desarrollo de la salud y el bienestar, si se practican correctamente.
Ambos términos los he simplificado intencionalmente y en forma muy drástica para esta reflexión, ya que podríamos complejizar ambos conceptos en base a un sin número de variables y características bien válidas para cada caso.
Pero la idea es juntar ambos conceptos para poder desarrollar la modalidad de
Turismo Deportivo que me interesa abordar.
Me interesa mostrar el estrecho vínculo entre ambos conceptos y el cómo se complementan mutuamente, generando una modalidad de viajes con la motivación del deporte como la excusa principal para realizar esos desplazamientos.
Las personas podemos viajar a otros lugares con la excusa y motivación de presenciar un evento deportivo, el de participar en esos eventos como deportistas, el de trabajar para esos eventos, en el de realizar actividades deportivas en entornos naturales y desafiantes o incluso para visitar lugares e instalaciones que rememoran eventos deportivos anteriores o que representan a instituciones deportivas.
En esos roles, que pueden ser activos o pasivos (dependiendo de cada caso) es que aparecen diferentes oportunidades para los destinos que organizan y que reciben a los diferentes eventos deportivos que conocemos al día de hoy y se generan innumerables oportunidades de negocio y de generación de puestos laborales genuinos.
A modo de ejemplo podemos citar grandes eventos como los mundiales de fútbol, los juegos olímpicos, las carreras de Fórmula 1, campeonatos de Grand Slam en Tennis, la NBA en Basket, el Tour de France y muchos más. Pero no debemos olvidar que hay un sin número de otros eventos de menor envergadura pero que también generan múltiples oportunidades para quienes los organizan, como puede ser un Derbi entre Real Madrid y Barcelona, Maratones en las ciudades, pero también otros menores como desafíos en la naturaleza participando de diversas carreras, congresos deportivos, recorridas grupales en bicicleta, participar en training camps o campos de entrenamiento especializados, etc.
Ya debería de quedar claro que para todas las actividades mencionadas se necesitan servicios y personas capacitadas, infraestructura, planificación y gestión de los tiempos y sobre todo poder contar con una estructura que permita primero organizar, pero también comunicar adecuadamente, planificar los tiempos y espacios necesarios para que todo se pueda desarrollar y también una adecuada estructura para poder comercializar, ofertar y capitalizar todo ese esfuerzo para que genere beneficios.
Tenemos muchos casos de buenas y malas prácticas para cada uno de los eventos que se quieran analizar.
Demás está decir que en los casos de éxito se han generado múltiples y millonarios beneficios, como también en el caso de las malas prácticas se han obtenido rotundos fracasos y pérdidas también multimillonarias que llevan a plantearse estos desafíos con atención y rigurosidad.
La idea es poder quedarnos con lo bueno y para eso planteo y respondo un primer interrogante:
¿Todos los eventos son posibles para todos los destinos?
Y la respuesta tajante es NO.
Cada destino debe poder asumir desafíos acordes a su realidad.
Sería impensable por ejemplo para Montevideo querer albergar unos Juegos olímpicos. Incluso lo sería para Uruguay como país y la respuesta sencilla pasa por definir que no se tiene ni la infraestructura, el expertise y mucho menos los recursos necesarios para un desarrollo de tal envergadura.
Incluso si el país cayera en el error de querer hacerlo igual, el Comité Olímpico Internacional (COI) se lo negaría, entre muchas cosas por carecer de 40 mil plazas hoteleras como se requieren, por carecer de la conectividad internacional necesaria, por carecer del público espectador necesario y también de los recursos económicos necesarios para desarrollar estadios, centros de práctica, comunicación y mucho, mucho más.

¿Qué otros detalles serían necesarios para desarrollar correctamente propuestas de Turismo Deportivo?
A la hora de querer incurrir en estas propuestas debe ser necesario incorporar diferentes temas y situaciones que se deben considerar y que planteo a modo de listado a continuación.
- La sostenibilidad de los eventos, sostenibilidad abordada y considerada en sus tres dimensiones (ambiental, económica y social)
- La accesibilidad e inclusión de las propuestas, para que todas las personas puedan participar.
- Los requerimientos de infraestructura necesarios. Alojamientos, estadios, centros de entrenamiento, apoyos logísticos, etc.
- Los requerimientos económicos necesarios.
- Las personas que participarán a lo largo de toda la experiencia a ofrecer. Y cuando hablo de personas refiero a participantes, visitantes, pero también organizadores, jueces, dirigentes, autoridades y trabajadores que serán necesarios para que todo funcione bien.
- Los tiempos necesarios y el timing de las actividades a organizar. Una cosa es decir que habrá competencias durante 3 días, pero también se debe considerar en cada uno de esos días a qué hora y en qué lugar será cada actividad.
- La seguridad necesaria y eso implica seguridad para quienes participan, para quienes trabajan, para quienes serán espectadores y mucho más.
- Planificar la comunicación antes, durante y después.
- Planificar adecuadamente la oferta y venta de los servicios a ofrecer. Lo hará el destino en forma directa, se tercerizará en otra organización o se hará por medio de operadores autorizados.
- Testear previamente y simular la posible experiencia para ver si todo es correcto y funciona bien o si hay que realizar cambios y ajustes.
- La conectividad de arribo y salida hacia y desde el destino para todas las personas que vayan a participar.
- Los servicios de apoyo como alimentación, salud, comunicación y muchos más que serán necesarios.
- Lo que haremos después del evento con instalaciones, servicios, personas, etc.
- Y se podrán imaginar que muchos otros detalles más.
Si todo se planifica adecuadamente, igual hay detalles y situaciones que podrían salir mal, por lo cual es ideal contar con un plan B y otro de contingencias.
Si no se toman en cuenta es obvio imaginar que todo queda librado al azar y la buena providencia, aumentando enormemente las chances de caer en un desastre
Pongamos un ejemplo concreto e ilustrador:
Un destino se propone organizar y recibir a grupos de ciclistas aficionados que les gusta viajar con sus bicicletas y recorren durante varios días diferentes localidades de un país como podría ser Uruguay.
¿Esta propuesta cae dentro de lo que denominamos como Turismo Deportivo?
Si, porque son turistas que viajan durante varios días por lugares diferentes a los de su residencia habitual y porque en este caso la actividad deportiva del ciclismo es la motivación y el medio por el cual realizarán esa experiencia.

¿Es una propuesta viable para Uruguay?
Sí, somos un país pequeño, bien conectado, con buenos recursos y con propuestas bien diferentes en poco tiempo, lo que permite optimizar la experiencia, por ejemplo conectando rápidamente propuestas costeras o marinas con otras rurales y de serranía, que son fácilmente realizables y que son de gran atractivo para visitantes de este tipo.
¿Qué se necesita para organizar esa experiencia con éxito?
Primero que nada tener rutas y recorridos que sean aptos para ser realizados.
¿De qué sirve ofrecer un destino a ciclistas que no se puede recorrer en bicicleta?
Pensar en que esas personas deben poder llegar a nosotros y para eso es necesario empezar antes del propio viaje, debemos poder convencerlos de que vale la pena venir, debemos mostrarnos aptos y competitivos para recibirles. Debemos mostrarles los atractivos que tenemos, pero también los desafíos a los que se deberán enfrentar. No olvidarse que quien hace deporte busca desafiarse a si mismo, ser competitivo.
Informarles qué necesitan para ingresar a nuestro país.
Por otro lado ser competitivos en precios. ¿Cuánto van a pagar? ¿Vale la pena ese precio? Y en este punto no pensar solo en lo caro o lo barato, pensar en cómo pondremos en valor esa experiencia. Hay personas para las cuales el precio no es un problema, así como hay otras que si lo toman en cuenta.
Definir entonces antes esa propuesta. No podemos ser todo para todos. Debemos segmentar nuestro público
Una vez convencidos debemos poder hacer que lleguen, recordar que vienen con sus bicis y que en muchos casos son bien costosas y valiosas para ellos.
Cuando ya estén aquí será ideal que ya puedan tener toda la propuesta armada, cuándo y dónde se alojarán.
Luego pensar en servicios de apoyo, requieren de alimentos especiales, requieren de seguridad en lo personal y en la salud si fuese el caso.
En los hoteles, sería ideal facilitarles servicios de apoyo mecánico a sus bicicletas por si pinchan, rompen una cadena u otros desperfectos que atente o dificulte la experiencia.
En los hoteles podríamos ofrecerles servicios de masajistas y spa para que recuperen adecuadamente en sus momentos de descanso.
Para cada recorrido sería ideal facilitarles mapas con recorridos o definir qué propuestas son viables, cuáles son los principales atractivos de cada etapa, dónde pueden parar y qué recaudos deben prever.
¿Dispondrán de un auto o camioneta de apoyo? Proveerlo.
¿Si sucediera un percance? Facilitarles la posible solución de antemano con una guía de servicios de apoyo y emergencias.
¿Cómo les facilitaremos la rememoración y la comunicación de esta experiencia?
Todo lo que esperan y necesitan para la experiencia es necesario anticiparlo y proveerlo.
¿Pero qué es lo que no esperan?
¿Cuáles son los detalles en los que les puedo sorprender gratamente?
Este aspecto es fundamental y nos permite generar ese momento “Woow” que los deslumbre y que nos permita superar sus expectativas.
Cada punto o momento de la experiencia puede definirse y planificarse de antemano. Debe hacerse para poder generar experiencias memorables y de nivel.
¿Qué más falta y se podría tomar en cuenta?
Hasta acá un pequeño aporte y ejemplo para la reflexión, para una actividad en la que creo que nuestro país podría tener grandes oportunidades.
Hay sin dudas otras propuestas más de turismo deportivo realizables para nuestro país y las abordaremos en otros artículos y posteos.
Como siempre a la orden para dialogar e intercambiar opiniones y visiones sobre este tema.
Mag. Nicolás Raffo Menoni
Autor
Para contactar a Mag. Nicolas Raffo o conocer más sobre su trabajo, puede escribirle a Nicoraffo74@gmail.com o por LinkedIn Nicolás Raffo Menoni
Nota
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