Organizada por la Intendencia de Canelones, es una celebración de la identidad y tradiciones de familias que viven en predios rurales con sus raíces de cultura chacarera. La fiesta se realizó en el campo, al aire libre, el 21 de septiembre. Participó numeroso público, pero el día domingo debieron suspenderla por problemas climáticos. La séptima edición, tenía un horario extenso desde 9 a 21 h, el encuentro fue en San Jacinto.
Por Lic. Ma. Elisa Fernández Delgado
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La fiesta propuso recreación de la vida en la chacra con construcciones de ranchos de barro y paja, la elaboración de hornos del mismo material en el lugar y la degustación de comidas tradicionales.
Además, los productores participantes lucen vestimentas típicas que ellos se encargan de sostenerlas como identidad
histórica.
Da la sensación de un pueblo detenido en el tiempo, pero con una riqueza cultural y de producción chacarera canaria – variada en propuestas de comidas caseras- que ofrecen las familias y/o las asociaciones participantes al público. Una gastronomía típica de campo basada en salchichones, y salamines, alfajores de gofio, pasteles en plato, pan casero con levaduras hecho en el momento, conservas, frutas y verduras.
La Fiesta también tenía propuestas para los niños, con espectáculos infantiles, juegos, visitas guiadas, además de poder estar con los animales de granja, ovejas, vacas, gallinas, conejos y cabras.
El alcalde, Cristian Ferraro
Expresó a Radio Carve “Participaron más de 30 productores y sus familias, con más de 100 puestos (stands). Se busca reconstruir esa memoria de pueblo, no se disfrazan como creen algunos, sino que es una cultura que identifica al departamento. Hay un montón de generaciones que se están yendo y es muy importante la transmisión de sus tradiciones. Cada grupo social es quien realmente mueve la fiesta”, expresó.
Hubo desfile de las organizaciones rurales, paseos y la oferta gastronómica en uno de los ranchos recreó el plato que hacían, en momentos de crisis, fideos con hojas de batata.
Otro de los atractivos programados fue el Museo de la Chacra, en el que se exhibían herramientas de trabajo antiguas junto con la recreación de viviendas, hornos y pirvas. Además, de representar oficios tradicionales como arar la tierra con bueyes, había artesanías, plantines y trabajos realizados por los niños de las escuelas rurales de la localidad para su venta, de manera de juntar dinero para el paseo de fin de año.
Este evento es una ocasión que resalta el valor histórico-patrimonial del campo, con foco en el desarrollo rural y en la producción que tiene el departamento de Canelones.
Nota:
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