Uruguay, en conjunto con Argentina y Paraguay, ya tiene en marcha planes detallados para el Mundial 2030: desde las áreas VIP del Estadio Centenario hasta las zonas destinadas a los fan fest. Sin embargo, la FIFA ha señalado áreas clave que necesitan atención, especialmente en transporte y alojamiento, para garantizar el éxito del evento.
El reciente informe de evaluación de la FIFA otorgó un puntaje promedio de 3,6 sobre 5 a la candidatura sudamericana, frente al 4,2 obtenido por España, Marruecos y Portugal. Si bien destacó las iniciativas de modernización de estadios en Montevideo y Asunción, también subrayó las deficiencias en infraestructura.
Basados en el artículo de Infobae
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Transporte y accesibilidad: los retos pendientes
En el apartado de transporte público, Montevideo presenta desafíos significativos, como la alta dependencia de ómnibus y un sistema vial vulnerable a embotellamientos, especialmente en las inmediaciones del Estadio Centenario. La FIFA recomendó medidas como carriles exclusivos y una gestión más eficiente del tráfico para el evento.
En cuanto a los aeropuertos, el de Carrasco y el de Punta del Este cumplen con los “requisitos mínimos”, pero necesitan mejoras. El informe destaca que la terminal de Carrasco manejó satisfactoriamente 13.000 pasajeros en un día durante la Copa Libertadores 2021, lo cual demuestra su potencial, aunque será necesario optimizar los controles de seguridad para gestionar un mayor volumen de viajeros en 2030.
Alojamiento y estrategias complementarias
Si bien la FIFA expresó preocupaciones sobre la capacidad hotelera de Uruguay, el gobierno considera que estas son exageradas. Según el viceministro de Turismo, Remo Monzeglio, el país tiene un plan para complementar el transporte público con vehículos privados y aprovechar la infraestructura de Punta del Este, ubicada a 130 kilómetros de Montevideo. Este balneario, reconocido internacionalmente, podría aliviar la demanda de alojamiento en la capital.
Estadio Centenario: renovaciones históricas
El Estadio Centenario, icónico desde la primera Copa del Mundo en 1930, también está siendo renovado. Las obras incluyen un aumento en la capacidad a 63.000 espectadores y la instalación de un techo que cubrirá gran parte de la estructura, salvo la Torre de los Homenajes, patrimonio histórico de Montevideo.

El camino hacia el 8 de junio de 2030
El partido inaugural, programado para el 8 de junio de 2030, será una prueba de fuego para Uruguay como anfitrión. Tras ese encuentro, los equipos viajarán a Europa o África para continuar el torneo.
Uruguay se enfrenta a desafíos importantes, pero con la experiencia de eventos previos y un enfoque en soluciones estratégicas, el país trabaja para demostrar que puede estar a la altura de este evento histórico.
Nota
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