Calera de las Huérfanas: patrimonio jesuita y destino turístico en Colonia

En las cercanías de Carmelo, en el departamento de Colonia, se levanta uno de los tesoros históricos y turísticos más significativos de Uruguay: la Calera de las Huérfanas. Este antiguo establecimiento jesuita, reconocido desde inicios del siglo XX por su valor patrimonial, fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1976 y hoy forma parte del Camino de los Jesuitas de América del Sur, un circuito regional que une los testimonios de la presencia de la Compañía de Jesús en distintos países del Mercosur.

Autor; Jacobo Malowany  – síganme en todas las redes sociales como @jacobomalowan

Origen y legado jesuita

La Calera fue fundada entre 1741 y 1742 por los jesuitas. Más que una simple estancia, se trató de una unidad productiva colonial en la que se fabricaba cal, se cultivaba la tierra y se organizaban labores que sostenían tanto a las comunidades religiosas como a la población local. La capilla de Nuestra Señora de Belén, junto con hornos de cal, restos de construcciones y senderos de monte nativo, conforman hoy el corazón de este espacio.

Ubicada al suroeste del país, a 16 kilómetros de Carmelo y a 80 de Colonia del Sacramento, la Calera ofrece un recorrido que integra historia y naturaleza: una antiquísima capilla, ruinas coloniales, una sala de interpretación y un sendero que permite al visitante conectarse con el monte nativo de la región.

Además de su valor arquitectónico y cultural, el sitio constituye un legado de memoria colectiva, pues integra la Ruta del Esclavo, un proyecto de la UNESCO que busca reconocer y visibilizar los espacios vinculados al tráfico y explotación de personas en tiempos coloniales.

Recuperación y puesta en valor

En 2019, Cristian Pos —actual director nacional de Turismo— ya anticipaba que la Calera debía convertirse en un proyecto tangible dentro de la estrategia nacional. Hoy esa visión se consolida gracias al Programa de Desarrollo de Destinos Turísticos Emergentes, promovido por el Ministerio de Turismo con apoyo del BID, que busca generar empleo y renta en áreas desfavorecidas, diversificando la oferta nacional.

Este programa, enmarcado en el Plan Nacional de Turismo Sostenible 2020–2030, integra al Corredor de los Pájaros Pintados y pone énfasis en itinerarios culturales como el Camino de la Costa, donde se destacan tanto los restos jesuíticos de la Calera como la ciudad de Carmelo, junto a la desembocadura del río Uruguay.

A nivel regional, Uruguay es parte del Camino de los Jesuitas, proyecto del Mercosur que rescata el patrimonio tangible e intangible aportado por la Compañía de Jesús y las comunidades guaraníes, fortaleciendo la integración cultural de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

Obras e inversiones

En los últimos años, el Ministerio de Turismo, la Intendencia de Colonia y la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación han impulsado acciones concretas para proteger y valorizar el sitio. Con apoyo del BID se invirtieron $20.000.000 en la primera etapa de consolidación estructural de la capilla (muros, arcos y bóvedas).

El nuevo convenio permitirá avanzar en las etapas 2 y 3, con una inversión de $12.000.000 adicionales para limpieza, protección de muros y cerramientos. Paralelamente, se mejoró la infraestructura turística con baños accesibles, miradores, senderos, la consolidación de muros del siglo XIX, y la renovación del centro de visitantes.

Voces que reafirman su valor

El ministro de Turismo, Pablo Menoni, resaltó la trascendencia internacional del lugar, destacando que fue presentado en la OEA como ejemplo representativo de Uruguay. Por su parte, el intendente de Colonia, Guillermo Rodríguez, subrayó la importancia del trabajo conjunto entre gobiernos e instituciones para la preservación del patrimonio.

El director de la Comisión del Patrimonio, Marcel Suárez, recordó que la Calera “acumula toda la carga histórica de un espacio único, hoy puesto en valor para que visitantes nacionales e internacionales puedan conocerlo”. Finalmente, Cristian Pos aseguró que se trata del principal atractivo del circuito jesuita en Uruguay, con potencial para integrarse a proyectos regionales de gran escala.

Un destino vivo

Visitar la Calera de las Huérfanas es sumergirse en el pasado colonial, comprender el rol de los jesuitas en el territorio y reconocer las memorias múltiples que conviven en este lugar: desde la arquitectura religiosa hasta la historia productiva y el recuerdo de la Ruta del Esclavo.

Con sus 32 hectáreas de ruinas, naturaleza y memoria, el sitio no solo conecta a Uruguay con el patrimonio regional del Mercosur, sino que también reafirma el compromiso del país con el turismo cultural, sostenible e inclusivo.

Autor:

Para contactar a Jacobo Malowany o conocer más sobre su trabajo, puede escribirle a jmalowany@altagerencia.es. Su dedicación al turismo, la enseñanza y el coaching lo convierten en un profesional calificado en el panorama actual.

Nota:

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