Bella Unión y su entorno impulsan una propuesta que entrelaza naturaleza, cultura productiva, gastronomía y memoria histórica. El Circuito Raíces del Norte invita a recorrer el río, la caña, la vida rural, las amatistas y la historia del oro en un trayecto que se vive con calma y escucha.
Autor; Jacobo Malowany – síganme en todas las redes sociales como @jacobomalowan
En el extremo norte del país, donde Uruguay se vuelve encuentro y frontera, Bella Unión abre un horizonte donde el paisaje, la historia y la vida cotidiana dialogan con un ritmo propio. Allí, la triple frontera no es solo un límite geográfico, sino una forma de convivencia que se refleja en la mesa, en la música y en las historias que se comparten.
Durante años, el turismo local se apoyó en la caña de azúcar y en el movimiento constante de los free shops. Hoy, sin abandonar esa identidad, la región comienza a contarse de otra manera, invitando a la pausa, la cercanía y la experiencia directa del territorio.
Bella Unión está ubicada en el extremo noroeste del país, junto a los ríos Uruguay y Cuareim, con una rica naturaleza que incluye reservas ecológicas, playas fluviales, y un entorno ideal para actividades al aire libre, navegación y observación de aves. Es un destino con un fuerte atractivo turístico ligado a su ubicación fronteriza, patrimonio natural y cultural, con espacios como la Plaza 25 de Agosto y el Parque General Fructuoso Rivera en el centro urbano.
El Circuito Raíces del Norte: una experiencia para sentir el territorio
La experiencia no se trata solo de recorrer lugares, sino de reconocer vínculos.
Propuesta de desarrollo:
- Naturaleza:
- Una ventana al río, al campo y a los cerros chatos del paisaje verdadera biodiversidad.
- Caminatas, observación de aves, lectura del paisaje.
- Cultura viva:
- Carnaval fronterizo como encuentro y expresión colectiva.
- Música y danzas que nacen del intercambio cultural.
- Río y navegación:
- Paseos náuticos como forma de mirar la triple frontera desde otro punto de vista. Hacer una visita al Rincón de Franquía.
- El río como lugar de historias, trabajo y encuentro.
- Memoria y ruralidad:
- Visitas a establecimientos rurales y espacios de producción.
- Tiempos pausados, conversación, el mate compartido.
- El campo como tejido social, no como postal.
- Túneles mineros y relatos del pasado:
- Espacios que invitan a pensar la región como territorio de esfuerzo y riqueza geológica.
- La historia como parte del presente.
La Estación Fluvial y la mirada hacia el río
La Estación Fluvial, incorporada al recinto portuario con apoyo del Ministerio de Turismo, el BID, el MTOP y la intendencia, se presenta como una puerta abierta más que como una meta concluida.
Tal como señaló en su momento en octubre del 2019, Christian Pos el actual director nacional de turismo, el desarrollo turístico no se sostiene solo en infraestructura: la clave está en construir motivos para quedarse.
Y el río Uruguay ofrece uno. Navegarlo permite comprender la región desde otra perspectiva: la luz que cambia, el silencio de las orillas bajas, el murmullo profundo del agua.
El río no separa. Une.



La caña: identidad que se toca, se escucha y se comparte
En Bella Unión, la caña es historia y es presente.
Es trabajo colectivo, herencia familiar y símbolo de una comunidad que sostiene lo que construyó con esfuerzo.
El Paseo de la Caña propone entrar en esa memoria viva.
No se trata de una visita explicativa, sino de una experiencia que invita a mirar el proceso, conversar con quienes mantienen la tradición y sentir el ritmo del campo.
Paseo Caña de Azúcar
El Paseo Caña de Azúcar es una experiencia turística única en Uruguay, que invita a los visitantes a sumergirse en el mundo de la caña de azúcar, cultivo emblemático de Bella Unión. Los visitantes pueden recorrer extensas plantaciones y conocer el proceso desde la siembra hasta la cosecha, degustando jugo de caña recién extraído. El paseo incluye una charla explicativa sobre la producción artesanal, una caminata por los cañaverales y vistas panorámicas de los paisajes verdes del norte del país. Dura entre una hora y media a dos horas, y es ideal para conectar con la naturaleza en un ambiente tranquilo y silencioso, promoviendo el turismo rural y la tradición local. Reservas se pueden hacer llamando a los contactos del hotel HAS o directamente para el paseo
Experiencias del Circuito Raíces del Norte de ser MINERO por un día
El circuito se despliega como una trama donde naturaleza, oficios y sabores se encuentran:
- Safari Minero de Amatistas (Artigas a 60 km de la capital)
Bajo la tierra, el violeta profundo revela la belleza mineral del norte. Se recorren galerías, se observa la extracción y se comprende cómo la geología configuró identidad y economía en Artigas.
No es exhibición. Es relato y oficio. - Oro en Minas de Corrales en Rivera
A pocos kilómetros, el oro dejó otra marca.
Minas de Corrales guarda historias de búsqueda, persistencia y trabajo silencioso, donde el paisaje convive con antiguas estructuras, túneles y relatos de familias enteras.





Sabores que cuentan territorio
El viaje se asienta también en la mesa, donde la memoria se expresa a través del gusto:
- Tía Rafa (Bella Unión)
Meriendas caseras, recetas de hogar, afecto servido en platos simples y cálidos. En boca son una delicia dulce imperdible - Sapori d’Italia (Artigas ciudad)
Un chef italiano radicado en Artigas que no interpreta la cocina italiana: la vive.
Cada pizza, cada salsa y cada combinación de aromas traslada al centro de una mesa familiar del sur de Italia.
Es un viaje que se hace desde el plato. Majar que tuve la suerte de probar en el almuerzo ofrecido en el restaurante de la Mina del safari minero bajo la roca.
Hospitalidad que sostiene la experiencia
Para acompañar el recorrido con calma:
- Hotel Casino San Eugenio del Cuareim (Artigas ciudad)
Confort urbano como punto de partida para explorar la ciudad y el Safari Minero. - Hotel Boutique Has (Bella Unión)
Silencio, luz suave y atención cercana. Un lugar para bajar la velocidad. - Posada del Minero (Minas de Corrales)
Una casa que guarda memoria y recibe como quien abre la puerta a su historia.
El descanso se vuelve parte del aprendizaje. Un aprendizaje del CAMTUR Conecta Región Norte
Valle del Lunarejo y su hospitalidad
El Valle del Lunarejo se presenta como un paisaje que guarda silencio y amplitud. Las quebradas, los cursos de agua y la vegetación nativa permiten una relación íntima con la naturaleza. Las caminatas guiadas muestran senderos donde el territorio se revela sin prisa, con miradores que abren la mirada hacia horizontes amplios.
En este entorno, la Posada del Lunarejo y la propuesta de Villa Pancha ofrecen espacios donde la hospitalidad se apoya en la calma, la conversación pausada y la cercanía con la vida rural. El descanso aquí no interrumpe la experiencia: la acompaña. Es un lugar para tomarse el tiempo de escuchar el viento, mirar el cielo y sentirse parte del paisaje.

A tomar en cuenta
El norte no se impone. Se revela en el tiempo que uno le dedica: en una charla, en el sabor dulce que se mezcla con el río, en el ritmo de la vida que baja un poco la velocidad.
El Circuito Raíces del Norte no es un itinerario rápido. Es un modo de entrar en contacto con un territorio que se reconoce en su gente.
Venir a Bella Unión es abrir la puerta a un viaje hacia la memoria y el presente. Un territorio que comparte lo que tiene: tiempo, paisaje y una identidad hecha de mezcla, río y trabajo.
Nos dejó algo importante
Durante el reciente CAMTUR Conecta en la región, quedó clara la fuerza de este proceso. No se trata solo de diseñar un circuito, sino de tejer vínculos. Operadores, productores, cocineras, guías y alojamientos se encontraron para escucharse, compartir dificultades y construir acuerdos.
El networking no fue formalidad: fue reconocimiento mutuo.
La certeza que dejó cada charla es simple y profunda: el norte se construye entre todos.
Lo último
En los próximos días viajaré a Bella Unión para recorrer cada una de estas experiencias desde dentro. La intención es sencilla: escuchar a quienes las sostienen, caminar los lugares donde la historia y la naturaleza se encuentran, sentir el ritmo del río y del campo. La visita permitirá profundizar en cada relato y compartir, más adelante, una mirada que nazca del territorio y no solo de la distancia.
Gracias a Santiago Viera responsable del turismo binacional, a Vera nuestra guía en Santa de Livramento.
Agradezco el acompañamiento y la apertura de quienes sostienen la vida cultural, productiva y turística del norte: Bodega Cerro Chapeu, Bodega Viñas del 636, Frontier Hotel Rivera, Like Design Hotel Rivera, Hemels Alfajores Gourmet, Hotel Casino Artigas y el equipo del Safari Minero, Hotel HAS Paseo de la Caña de Azúcar en Bella Unión, Posada Lunarejo, el grupo Raíces del Norte, Trem do Pampa, Turismo Minero y Posada del Minero, Sacramento Management (Frontier y Like Design), Hotel Ermitage, Villa Pancha Lunarejo, Hotel Uruguay Brasil, Cabanha Sem Fronteiras, Solar Gastronomía & Café y Solar Dom Pedro Eventos, S4 Productora, Posada del Minero y el MUMA Museo de la Madera. Cada espacio aporta una historia y una manera de recibir que hace posible este circuito vivo.


Autor:
Para contactar a Jacobo Malowany o conocer más sobre su trabajo, puede escribirle a jmalowany@altagerencia.es. Su dedicación al turismo, la enseñanza y el coaching lo convierten en un profesional calificado en el panorama actual.
Nota:
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